domingo, 24 de octubre de 2021

Domingo

Pasó un año desde que lo vi cara a cara, desde ese día que entre mil idas y vueltas, nervios, miedos y demás, le decía que venga a comer a casa. 
Siempre recordamos no saber cómo saludarnos, yo estaba con fobia al Covid, a él le daba igual, pero sin embargo estaba dejando entrar a un desconocido a mi casa. 
Y si, llegó caminando como en una pasarela, y lo besé. Sentía que nos conocíamos de hace años, y que venía a casa como si hubiera estado acá, la semana anterior. Hablamos tanto, comimos y tomamos muchísimo. Y así fueron todos los días que siguieron a ese. Hasta nos mamamos tanto un día que ni no acordabamos cómo llegamos a la cama. 
Empezó y sigue así, a pesar de que yo no puedo tomar, el hace su vida y yo lo miro. A veces siento que me pierdo en el, que cuando no estamos juntos, se me desorganiza todo. Y ahí me asusto...
Sentir que dependo no solo emocionalmente de el, me da miedo. El no tiene q ser mí centro, el es quien me acompaña. Es muy difícil tratar de encontrar mí norte cuando siento que en el encontré mucho. 
Me da miedo, mucho. Yo soy yo. El me complementa, somos felices juntos, pero yo SOY YO.